En la actualidad, los vestidos de novia son mayoritariamente blancos, pero ¿sabes de dónde viene esta tradición?
En Querétaro, así como en otros lugares de México y Latinoamérica, los vestidos de novia de color blanco siguen siendo una tradición innegable. Sin embargo, el origen del color predilecto para el atuendo de novia ha pasado por varias significaciones. En la actualidad, el color blanco está más asociado a la pureza de la mujer al momento de contraer nupcias. Pero aunque sea difícil de creer, el color de pureza comenzó siendo un símbolo de buena posición en sus inicios. A continuación te contamos la evolución del simbolismo asociado al color blanco de la prendas de novia.
Vestidos de novia blancos: una práctica reciente
La práctica de acudir a la boda propia con ropa blanca es muy reciente. Anteriormente, en épocas como la Edad Media, las ceremonias nupciales se celebraban con vestidos de colores llamativos. Los tonos de la vestimenta de las novias podían ser cualquiera, desde azul, hasta rojo o verde. En épocas pasadas, el color aún no cobraba un significado relevante en los rituales de celebración nupcial.
La infanta María Teresa de España, al contraer matrimonio en 1660, lució un vestido de color negro. ¡Sí! Has leído bien, ¡un vestido de color negro para la boda! Por otro lado, Catalina la Grande de Rusia portó un vestido de color plata cuando contrajo nupcias en el siglo XVIII.
Pero entonces, ¿de dónde surgió la idea de vestir toda de blanco para contraer matrimonio? Esta tradición surgió por primera vez con la princesa Carlota, que llevó el color blanco para su boda en el año 1816. Dicho vestido, aún se mantiene en el Museo Victoria & Albert, en Londres.
Cuando la tradición cobró fuerza
Hasta el año 1840, en la boda de la reina Victoria esta costumbre adquirió verdadera relevancia. La tendencia por el tono blanco fue quizá una consecuencia de la creciente producción y distribución de medios impresos. Además de eso, la fotografía comenzaba a nacer. Ambos medios ilustrativos contribuyeron a difundir y hacer conocida la boda de la reina Victoria y Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha. La reina portó en su ceremonia un vestido de color blanco, sumamente pulcro y brillante, y este hecho fue conocido por millones de personas.
El siglo XX: la época en la que se arraigó la tradición
La difusión de las nupcias de la reina Victoria no fue suficiente para lograr que las novias comenzaran a utilizar el tono blanco para casarse. Hasta el siglo XX, el color blanco se volvió tendencia en la moda nupcial, hecho que prolifera hasta nuestros días. En diferentes clases sociales de todo el mundo, el vestido blanco comenzó a ser más común.
Pero, ¿a qué se debió la inclinación por el blanco y no así por los otros colores que ya se usaban? El blanco triunfó sobre los otros colores porque en principio representó un estatus social alto. Seguro que estás preguntando cómo, y la respuesta es bastante sencilla. Debido a que el blanco se empezó a usar por importantes personajes de la corona, éste se asoció con la superioridad económica. Además de eso, el blanco también simbolizó limpieza, pues para lucir bien este color, era necesario ser muy meticulosa para mantener limpia la tela.
Por los factores anteriores, mujeres de todo el mundo y de todas las clases comenzaron a usar blanco en su boda. Hay que recordar que las grandes tendencias comienzan por imitación a las clases altas, y eso fue lo que pasó con los vestidos de novia.
El significado del blanco en las bodas actuales
El simbolismo del color blanco evolucionó hasta adquirir un valor virginal y de pureza. Esto sigue asociado a la concepción social que se tiene sobre la mujer al momento de casarse. Para representar dicho significado actualmente, se incluyen tonos aperlados, marfil y hueso en la vestimenta nupcial de las mujeres.