Comparte un maravilloso día rodeado de tu familia y del mejor paisaje en Dos Arroyos.
Los domingos en familia son algo especial: nos permiten conectar con quienes amamos, reponer energías y prepararnos para comenzar una nueva semana y, en la mayoría de los casos, la misma rutina. Por eso, una buena idea es hacer de los domingos algo especial y romper con la rutina de cada fin de semana.
Puede que pases toda la semana en una carrera contrarreloj: levantarte, ayudar a los niños a prepararse para salir, dejarlos en el colegio, ir luego al trabajo. Y por la tarde hacerlo lo mismo, pero en sentido contrario, eso sí sin olvidarte de pasar por la panadería o el supermercado. Así que cuando llega el domingo no hay nada como hacer algo distinto para recargar las pilas.
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Una tradición dominical: ¡un brunch, por supuesto!
Después de habernos levantado algo más tarde, llegamos poquito a poco al final de la mañana. Y ya es demasiado tarde para empezar a preparar el desayuno, pero demasiado temprano para el almuerzo. Para ello solo hay una solución: el brunch.
¿Y qué mejor que idea que salir de casa para tener un brunch al aire libre? Donde los adultos puedan conversar y los niños jugar por el jardín. Puedes tenerlo en Dos Arroyos, todos los domingos de 9 a 17 h.
¿Dónde está Dos Arroyos?
En Dos Arroyos encontrarás estacionamiento privado dentro del área de la hacienda. Y también podrás gozar de la tranquilidad de sentirte fuera de la ciudad, pero con la ventaja de estar a sólo 25 km del Centro Histórico de Querétaro.
¿Sabías que además de una terraza de brunch contamos con el espacio perfecto para albergar desde un evento íntimo hasta uno masivo? Dos Arroyos cuenta con una ubicación geográfica privilegiada.
Nuestro espacio tiene más de 5000 metros cuadrados de verde pasto que te permiten establecer diversas áreas y espacios para llevar a cabo tu boda, cumpleaños de 15 o cualquier tipo de evento que esté entre tus proyectos.
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Beneficios de un domingo en familia
Compartir un domingo en familia tiene numerosos beneficios, pero vale la pena conversar sobre algunos importantes.
Sociales. Habitualmente podemos encontrar situaciones donde nuestros hijos e hijas se sienten inseguros al relacionarse y comunicarse con compañeros de colegio o nuevas personas. La buena noticia es que la escuela no es el único espacio desde el que podemos accionar para mejorar este aspecto. Realizar actividades en familia tiene un rol vital en la socialización de todos sus integrantes ya que al ser un espacio seguro puede funcionar como “campo de entrenamiento” para promover una mayor confianza en sí mismos.
Inteligencia emocional. Cabe recordar que nuestros niños y niñas se encuentran en el pleno desarrollo de su autopercepción emocional. Por ello, las actividades familiares pueden ser canales para poner en práctica, comprender y expresar su emocionalidad de modo relajado y sin presiones. Compartir tiempo de calidad en familia junto con los pasatiempos han tomado tal relevancia que con el correr de las décadas se han vuelto importantes herramientas para las terapias familiares.
Vínculos. Practicar un pasatiempo o establecer un día especial a la semana para realizar alguna actividad, como un brunch, puede ayudar a desbloquear obstáculos de conexión que no estamos logrando alcanzar con alguno de nuestros hijos en aspectos tales como la comunicación o relaciones afectivas. Muchas veces no es necesario conversar para establecer puntos de encuentro, sino sencillamente encontrar esas actividades que vinculan ambos universos.
